El primer post de este año 2021 (por fin!) queremos dedicarlo a un tema recurrente en el sector de la energía solar: ¿Paneles térmicos o fotovoltaicos?.
Al visitar las casas de nuestros clientes para hacerles un presupuesto nos encontramos lo mismo de siempre: las placas solares, las otras. Es el polémico tema de los paneles solares de energía solar térmica, los de agua caliente sanitaria (ACS). Parece ser que mucha gente instaló en algún momento y – desgraciadamente – sigue instalando paneles de energía solar térmica en sus casas.
Paneles térmicos, todo son ventajas (es broma)
Las instalaciones de paneles térmicos consisten, por lo general, en estructuras metálicas levantadas del tejado (para que se vean bien). Sobre ellas se anclan un par de paneles térmicos (a veces más) de los que entran y salen tuberías aisladas (a veces bien aisladas). Finalmente estos tubos van a parar a un depósito volcado muy estéticamente sobre el tejado.
Frecuentemente los paneles se adornan, sobre todo en verano, con una o varias sábanas o hules blancos por encima. Pero eso ya es a gusto del consumidor.
Ante tanto estilo y estética, no es de extrañar que estas instalaciones de la más fina fontanería valgan los varios miles de euros que sus propietarios acaban pagando por ellas. No en vano, proporcionan algo tan básico como cantidades ingentes (e innecesarias) de agua hirviendo en verano, y agua templada (tirando a fría) en invierno.
Por si a alguien no le convence, son muy rentables. Hagamos un breve cálculo de ejemplo. A 15,33€ la bombona de butano y un mes por bombona, estas asequibles instalaciones térmicas de 3.000-4.000€ (o más!) se amortizan en apenas 260 meses. Nada, 22 años. Un magnífico trabajo (de marketing).
Cuestión de eficiencia y euros
Fuera de bromas. Queda claro que no somos muy partidarios de estas instalaciones. Pero no piensen que es (sólo) porque tienen un tiempo de amortización elevadísimo, o porque casi nunca llevan detrás un mínimo estudio de dimensionado y se acaben tapando varios paneles para no achicharrarse en verano, y encender el termo de gas para apoyarlas en invierno.
Por no mencionar que son ideales para destruir completamente la estética de cualquier vivienda. También porque desaprovechas tu valioso tejado para producir – sólo – agua caliente.
Los verdaderos motivos por los que Desconext propone instalaciones fotovoltaicas en lugar de térmica son tales como versatilidad, estética, rentabilidad, eficiencia, ausencia de mantenimiento, amortización.
Razones para instalar paneles fotovoltaicos en lugar de térmicos
A continuación, tratamos de desgranar un poco nuestros argumentos para ofrecer instalaciones de energía solar FOTOVOLTAICA y el desmantelamiento previo de su instalación de ACS TÉRMICA.
1. Estética
La solar térmica necesita de estructuras elevadas, tuberías aisladas, válvulas y un gran depósito, además de orientar los paneles al amanecer de forma totalmente antiestética respecto a la vivienda. Los módulos fotovoltaicos se pueden instalar de forma coplanar (paralelos) a la fachada o tejado y siguen haciendo su función. El cableado va oculto y el color azul cristalino (o si prefieres negro) es más estético que el grisáceo polvoriento de los paneles térmicos. Los paneles fotovoltaicos son más ligeros y delgados que los paneles térmicos. Al fin y al cabo, sólo son un vidrio resistente, células solares, una capa posterior de EVA y un marco de aluminio (también los hay sin marco). En cambio, los paneles térmicos son más gruesos y pesados al estar llenos de tubos en zigzag.
2. Mantenimiento
Los paneles térmicos requieren de un buen mantenimiento de las tuberías y válvulas de sobrepresión para que funcionen correctamente. Frecuentemente (muchos ya lo saben por experiencia!), dan problemas de escapes, mal aislamiento, desgastes por el agua hirviendo y depósitos de cal. Los paneles fotovoltaicos no requieren de ningún mantenimiento aparte de mantenerlos relativamente limpios, (sin hojas secas o excrementos de pájaro) cosa que se soluciona fácilmente con un buen manguerazo esporádico o un chaparrón. Pero aparte de esto, nada más. Es increíble la cantidad de clientes que nos llaman apurados (y confundidos) solicitándonos la reparación de sus instalaciones solares de ACS (¡Dios nos libre!) porque les ha reventado una válvula o tienen goteras. Nuestra solución es una instalación libre de mantenimientos, fugas, escapes y goteras.
3. Recurso energético y aprovechamiento
Los paneles térmicos producen agua caliente gracias al CALOR del sol. Los módulos fotovoltaicos producen electricidad gracias a la LUZ del sol. Con unos calientas agua, con otros produces electricidad, con la que se puede hacer prácticamente de todo, incluso calentar agua. Sólo se necesita un termo eléctrico (del tamaño que necesitemos) para calentar agua a la temperatura y en el momento que queramos, con luz barata de noche (con tarifa DHA) o luz solar de día (sin tarifa).
Si un día no estamos en casa, no encendemos el termo y la electricidad sobrante se inyecta a la red y compensa nuestra factura. No podemos decir lo mismo del agua hirviendo de nuestros depósitos de ACS. De momento, no contamos con la infraestructura necesaria para inyectar nuestros sobrantes de agua caliente a la red y compensar nuestra factura del agua. Así
4. Amortización
Los paneles térmicos, además de averías, nos ofrecen agua caliente, la quieras o no. Si no la consumes no hay forma de rentabilizarla, la fotovoltaica produce electricidad, que es mucho más versátil y en caso de tener excedentes se pueden “vender” a tu compañía y te compensan en la factura. Esto hace que, como hemos visto en el cálculo de ejemplo anterior, los paneles térmicos puedan irse a los más de 20 años de amortización (25 años contando los costes de mantenimiento y reparaciones por el camino).
En cambio, una instalación fotovoltaica bien diseñada (teniendo en cuenta las necesidades reales de energía de la vivienda, incluyendo si queremos el agua caliente “eléctrica”) puede amortizarse en apenas 4 a 6 años. Y nos quedan más de dos décadas de uso. Parece difícil amortizar una instalación térmica (o cualquier otra) en estos tiempos, a no ser que se trate de una instalación industrial que aproveche comercialmente el 100% del agua caliente que produce.
Reparto del pastel
Por último, quisiéramos mencionar algo que nos parece paradójico en este tema. Es el hecho de que desde los Gobiernos se haya legislado en el sector de la construcción para hacer obligatoria en ciertos casos la instalación de paneles térmicos para agua caliente, pero no la instalación de fotovoltaica para autoconsumo.
No parece casualidad que la tecnología solar térmica dé problemas de mantenimiento, no exista (como ya hemos dicho) infraestructura de aprovechamiento de excedentes y sea una fuente de producción de energía poco versátil y muy localizada.
Parece que se legisla al dictado de lobbies, que rechazan negocios poco rentables (solar térmica) y dificultan la democratización de instalaciones realmente rentables, como la solar fotovoltaica. Recordemos también que nunca hubo un “impuesto al agua caliente solar”, pese a que sí lo hubo para la fotovoltaica. Por algo sería.
Conclusión sobre Paneles térmicos o fotovoltaicos
Con estos argumentos esperamos despertar el debate y hacer reflexionar a quienes quieren aprovechar energéticamente y de forma eficiente sus tejados. Queremos dejar claro que la energía solar térmica no es competencia comercial de la fotovoltaica, sólo competimos por el recurso solar y el tejado, a veces limitado. Donde se instala solar para ACS, muchas veces se dificulta o imposibilita instalar fotovoltaica (por problemas de espacios y /o sombras) que podría producir mucha electricidad limpia, barata y rentable, además de por supuesto ACS.